El consumo de marihuana ha crecido significativamente principalmente porque, como el hachís, se trata de una droga de bajo coste --unos cuatro euros por gramo que dan lugar a cuatro porros--, que incluso muchos consumidores cultivan en su domicilio. También en este caso, la falsa suposición de que no es perjudicial ha contribuido a su proliferación. Traficantes españoles, afincados en Castellón, la cultivan y comercializan.