El número de simpatizantes de un partido político suele ser siempre mayor al del militante. La diferencia radica en que el primero no está obligado a pagar la cuota, mientras que el segundo debe aportar sus datos bancarios y abonar el dinero. El afiliado debe asistir a las reuniones y

tiene derecho a voto.

La mayoría de los partidos se han aprovechado de las ventajas de las nuevas tecnologías y disponen de páginas web en las que puede afiliarse cualquier simpatizante siempre que cumpla unos mínimos requisitos --en el caso del PP tiene que estar avalado por otros dos militantes--.

Los partidos disponen de agrupaciones de jóvenes --Nuevas Generaciones, Juventudes Socialistas, Bloc Jove, etc-- que también cuentan con afiliados.