Los radares fijos de velocidad operativos en la provincia durante el año pasado provocaron un importante efecto de aumento en las denuncias interpuestas por los agentes de tráfico a los conductores que utilizan la red castellonense de carreteras, pues cifran en "20.000 el incremento de las sanciones al año" a conductores que pasan por esos puntos, según fuentes de la Jefatura Provincial de Tráfico de Castellón. Esta dinámica se verá incrementada con la instalación de ocho metrónomos permanentes más (ver gráfico), que, aunque ya están en funcionamiento, todavía no están dispuestos para denunciar a los infractores.

Y es que los tres puntos de control establecidos en carreteras de la provincia, situados en el kilómetro 1010,600 de la N-340 (Torreblanca), el 356,720 de la AP-7 (Vinaròs) y el 5,002 de la nacional 238 (Vinaròs), propiciaron que la recaudación de las multas se incrementará en un 20% respecto al 2007.

De este modo, la cantidad total recogida en Castellón durante el año pasado por parte de este ente fue de 3.902.290 euros, mientras que en el año precedente llegó a 3.127.107 euros.

CASI UN 70% Entre estos tres puntos kilométricos, según datos de la Jefatura Provincial, acumularon el 66% de las denuncias impuestas por exceso de velocidad en la provincia, en oposición al 34% que establecieron los puntos de control móviles, coordinados por la Guardia Civil. Sin embargo, también en el capítulo de los cinemómetros dinámicos se incrementaron el número de denuncias tramitadas el año pasado respecto al 2007, ya que las patrullas pasaron de cursar 13.910 infracciones a 16.140.

De este modo, con la instalación de los ocho nuevos velocímetros, es previsible que el número de multas anual por infracciones relacionadas con el exceso de velocidad se multipliquen. Sin embargo, desde la Jefatura Provincial de Tráfico de Castellón aseguran que "todavía no hay ninguna fecha prevista para que empiecen a funcionar", aunque esperan que la puesta en marcha "tenga lugar durante el transcurso de este año".