"Hace un mes que me acabo de apuntar. Lo vi en una película --The Holiday-- y en un reportaje en televisión, sobre una pareja de Madrid que intercambiaba su casa con otra de Londres". Beatriz, de la Vall d´Uixó, decidió inscribirse en www.intercambiocasas.com y ya ha concertado su primer viaje.

"Vi que no costaba mucho --unos 79 euros de cuota anual-- y decidí arriesgarme. Voy con un poco de miedo, pero si sale bien, repetiré. He contactado con una familia de París y vamos a ir en agosto. Ellos vendrán a mi apartamento de Moncofa", explica.

Navegando en portales especializados de internet sorprende la gran cantidad de particulares castellonenses que ofrecen su vivienda, la mayoría en el litoral --Benicàssim, Oropesa, Nules o Alcossebre--, aunque también hay municipios del interior --como Navajas, Bejís o Vilafamés--, a cambio de estancia temporal en otra de España o cualquier rincón del mundo. "En Castellón prima la segunda residencia, a diferencia de otras zonas", comenta Violeta Díaz, portavoz de IntercambioCasas.

La moda de los clubs de vacaciones, al alza por el ahorro que supone este trueque temporal --se paga una cuota y el alojamiento, sea o no simultáneo, es gratuito--, se practica en Europa, sobre todo en el norte, desde hace más de cinco décadas.

Otro testimonio es el de David e Isabel, de 67 y 66 años, cuyo apartamento de Oropesa, en la Concha, ha sido objeto de intercambio vacacional desde finales de los años 80, igual que su primera residencia de Valencia. "Llevamos 22 años de experiencia, primero con nuestros hijos adolescentes y ahora nosotros. Hemos llegado a viajar en un verano tres veces. La estancia media más frecuente es de dos semanas", relatan. Así, recuerdan que "la primera vez pasamos un mes espléndido en una casa de campo de Inglaterra. Hemos estado en Bélgica, Italia, Francia...". Este año, de momento, van a descansar, "pues acabamos de volver de cuatro meses por los Andes".