La decisión del Parlament de Cataluña de clavar su estoque y acabar con las corridas de toros en esa autonomía no ha dejado indiferente a nadie. En Castellón la reacción ha sido casi unánime y políticos, matadores de toros, aficionados, ciudadanos y representantes de sectores empresariales y culturales han mostrado su "tristeza" por una polémica decisión que "atenta contra la libertad".

Uno de los más críticos ha sido el adjunto a la presidencia provincial del PP de Castellón y vicealcalde de la capital, Javier Moliner, que ha lamentado que el resultado de la votación "tiene mucho que ver más con un ataque separatista que con la defensa del animal". Moliner realizó ayer mismo un ruego al alcalde en el transcurso del pleno para que se den instrucciones al Patronato de Turismo e inicien un estudio del impacto económico que supone para Castellón celebrar la feria de la Magdalena y "así poder plantear una oportunidad de futuro para captar a los aficionados catalanes que se ven privados de la libertad de disfrutar del espectáculo taurino en su región".

En la misma línea se expresó el día anterior el portavoz del grupo popular en Les Corts, Rafael Blasco, que lanzó la idea para que se utilice la plaza de Vinaròs.

Respeto fue lo que mostraron el secretario provincial del PSPV-PSOE, Francesc Colomer, y el diputado autonómico del Bloc Josep Maria Pañella. Colomer no ocultó su rechazo para todos aquellos que utilizan la decisión del Parlament "para intentar dividir a los españoles", mientras que desde el Bloc lamentaron que "parezca mucho más importante el debate de los toros que las soluciones a la crisis", en palabras de Pañella. Pero quien sí apoyo la prohibición fue Marina Albiol, diputada de EUPV. "Las corridas de toros no pueden ser consideradas como cultura y la decisión de Cataluña es la adecuada y debería hacerse lo mismo en Madrid o el País Valencià. Además. ha sido tomada de una forma democrática", explicó, al tiempo que denunció "los intentos de manipulación del Partido Popular.

EL CABREO DE LA AFICIÓN // La críticas más contundentes han llegado de parte de los aficionados y de los representantes del sector taurino. "El Parlament no sabe entender muy bien lo que es la democracia y van camino hacia la dictadura. Lo que me duele es el transfondo político y me parece una injusticia. Yo soy español y después valenciano y la libertad está por encima de todo", subraya el ganadero Manolo Beltrán.

Enrique Patón, exmatador de toros de origen catalán, empresario y gestor de las plazas de toros de Castellón y Vinaròs, considera