Comenzó con 15 hanegadas de cítricos, tierras de la familia en Vila-real, hace unos cinco años y ahora cuenta con unas 80 transformadas al sistema de cultivo ecológico en esa misma población, en Burriana y en Alqueries. Constantí Ortells explica que “sigo aumentando y acabo de arrendar otras dos parcelas”. Para poder seguir creciendo señala como gran inconveniente que “apenas hay huertos que no trabajen con el abono centralizado a través del riego por goteo y, para hacer cultivos biológicos, es imprescindible no utilizar ningún abono químico, por lo que esto nos está limitando”.

Puntualiza que es “partidario del riego localizado, pero hace falta que el abono se haga de forma individualizada, para que podamos trabajar con conceptos ecológicos y, por ejemplo, en Vila-real, solo hay una pequeña parcela con ese sistema”.

Sobre las razones que le llevaron a esta modalidad de cultivos, Ortells comienza por mencionar su “convicción clara de que esta es la única agricultura sostenible a largo plazo”, y añade que, además, “veo que es una salida comercial mucho más clara, porque la agricultura convencional es una ruina, con el modelo tradicional no se puede seguir”. Constantí Ortells indica, sobre la comercialización, que “ya hay creado un canal y, a la vez, está la venta directa al consumidor, que cada vez se utiliza de forma más intensa”. H

Cultiva cerezas en la Jana por el sistema tradicional y hace dos años inició la transformación de una parte de la producción al modelo ecológico. Enrique Simó explica que el proceso es “largo”, pero que este año es ya “el segundo del proceso de transición para la certificación y el primero que he podido ya comercializar”.

“Como los precios son más altos, aunque el rendimiento es menor, compensa” y, añade: “Las expectativas son buenas”. Simó, quien está convencido de que, “a la larga, los tiros tienen que ir por este tipo de cultivos”, cuenta también que “espero poder sacar más el año que viene” pero, por ahora, “el proyecto va bien y suministro a cuatro tiendas en Castellón y otra en Borriol”. H

Roberto Civera cultiva todo tipo de hortalizas de temporada en la zona de la Marjal de Almenara y explica que, “a pesar de que la crisis también nos afecta, como a todos, tenemos una clientela fija en la comarca de la Plana y el Camp de Morvedre y vamos funcionando bastante bien”.

Ahora mismo, su oferta se centra en coles, habas, espinacas, acelgas, patatas y cebollas, entre otras producciones. Civera indica que lleva trabajando con la agricultura ecológica desde hace cinco años y considera que, precisamente, “la crisis debería ser un impulsor para que los consumidores decidiéramos lo que realmente queremos, si productos sanos, cultivados de forma biológica, o industrializados y tratados químicamente”.

El agricultor considera que, en todo caso, “la demanda va a ir a más en un futuro, aunque cuesta mucho que los consumidores conozcan de verdad las diferencias entre una producción y otra”. H