Solemnidad y devoción fueron de la mano este domingo en la representación de Les Tres Caigudes. Tres reverencias con tres genuflexiones que emocionaron en su regreso en el Forn del Pla, en un evento organizado por la Muy Ilustre Cofradía de la Purísima Sangre de Jesús. La Tornà de la Romeria se fundió en la calle San Roc con la Procesión de Penitentes, la cita más religiosa de la jornada de Magdalena, el tercer domingo de cuaresma.

Carros engalanados y romeros dieron paso a la encarnación de San Juan Bautista, la Virgen María, María Magdalena y María de Cleofás, a cargo de los niños Arnau Román, Laia Bellmunt, Andrea Torres y Raquel Fabregat, los principales protagonistas.

La alcaldesa, Amparo Marco; la reina, Carmen Molina; el concejal de Fiestas, Omar Braina y el obispo Casimiro López, entre otras autoridades, asistieron ayer pasadas las 20 horas a Les Tres Caigudes. Los clavarios se encargaron de portar el Cristo crucificado del escultor castellonense Juan Bautista Adsuara, acompañados de los apóstoles, entre los que se encontraba el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí.

Igualdad

Como novedad, la Procesión de Penitentes, tal y como acordó la asamblea de la cofradía, dotó de una posición protocolaria más significativa a las clavarias Paloma Altava, de los Licenciados; Elvira Segarra, de los Llauradors; y Estrella Muñoz, de los Industriales, como gesto de igualdad entre géneros al ser tres clavarios los encargados de portar la cruz.

Ahora bien, la emoción y la devoción predominaron en el acto más devoto del domingo.