Dicen que el hidrógeno es el futuro. Y para intentar descubrir cuáles son sus principales ventajas, qué mejor que conducir la primera —y por el momento única— unidad del Hyundai Nexo que se ha matriculado en nuestro país.

Oficialmente a la venta desde el año pasado, el Nexo recogió el testigo del ix35 con que el fabricante coreano se estrenó en este entorno tecnológico, aunque su planteamiento es mucho más ambicioso. Se trata —no podía ser de otra forma— de un SUV de 4,67 metros de longitud con un diseño moderno pero nada futurista y capaz, por tanto, de gustar a un amplio sector de público.

El coche incluye, eso sí, una serie de detalles que demuestran el interés de la marca por ofrecer un producto de nivel, como las manetas de las puertas integradas —es el primer Hyundai que las incluye— o unos acabados especialmente cuidados. Además, su espacio interior es el habitual entre los modelos crossover de su tamaño, con cinco plazas perfectamente utilizables y un maletero de 461 litros de capacidad.

En marcha, el Nexo se conduce como cualquier otro modelo eléctrico. Basta con apretar un botón y un indicador en el salpicadero indica que está ready, listo para funcionar.

AL VOLANTE // Durante nuestra toma de contacto completamos algo más de cien kilómetros repartidos entre carretera, autovía y ciudad, en los que la facilidad de conducción fue la tónica predominante, con unas sensaciones al volante muy similares a las que transmite cualquier otro modelo eléctrico.

Finalmente, su propulsor de 163 caballos se alimenta de la energía que produce una pila de combustible y tiene un consumo homologado de 0,8 kilos de hidrógeno por cada cien kilómetros (1,1 kilos durante nuestra prueba), dejando vapor de agua como único residuo.