La liquidación del modelo de financiación autonómico tiene una consecuencia directa en términos de inyección económica para las maltrechas arcas de la Generalitat.

El dato final es que a la Comunitat le corresponden de esa liquidación del ejercicio de 2017 un total de 1.213 millones, que ya figuraban en los presupuestos de la Generalitat para 2019. Como el gobierno valenciano ya ha ido recibiendo en entregas a cuenta durante los últimos meses aproximadamente la mitad de esa cantidad, 603 millones, ahora le quedan por recibir en concreto 610 millones.

Fuentes de la Generalitat confirmaron ayer martes que esa cantidad ya ha sido recibida, lo que supone una inyección de tesorería que da cierto respiro, aunque Hacienda prevé un invierno bastante complicado y ya se ha decidido a aplicar «cirugía fina» a la partida de gastos, que no excederán ya de lo que está comprometido hasta final de año.

Mientras, una de las exigencias de Compromís que también se trató en la reunión del pasado lunes entre los líderes de Compromís, Mónica Oltra y Joan Baldoví, y los dirigentes socialistas Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y Ximo Puig es el de la obtención de más recursos adicionales a través de la compensación del Fondo de Garantía Asistencial (FOGA) del gasto sanitario por los desplazados y también por el reparto entre las comunidades autónomas del 50% de la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que el Estado se reservó y que también aparecerían en el documento.