La justicia lenta no es justa, pero una justicia sin medios para trabajar jamás podrá llegar a serlo, pese a los esfuerzos. Estamos en el siglo XXI y la justicia en Castellón acaba de coger el tren para venir hacia el presente. A un lugar donde las nuevas tecnologías imperan, donde todo está informatizado, donde las telecomunicaciones son básicas y donde hasta los niños consideran las telecomunicaciones, internet, el smartphone o la tablet parte esencial de sus vidas.

El 1 de enero entró en vigor, por la reformada Ley de Enjuiciamiento Civil, la obligatoriedad de que las comunicaciones entre los operadores jurídicos y la Administración de Justicia se realicen exclusivamente por medios electrónicos, a través del sistema LexNet. Desde entonces, el sector vive en un cruce de valoraciones. Además, vamos retrasados y en Castellón los plazos para lograr este ambicioso objetivo no se van a cumplir porque nuestros medios son del siglo pasado.