Un año más, y en su décimosexta edición, la Trobada de Dimonis con motivo de las fiestas de Sant Pere se convirtió en uno de los actos más multitudinarios y populares del último fin de semana de los festejos marineros del distrito castellonense.

Organizado por el grupo Botafocs, la magia del fuego y de la pólvora se adueñó de las calles en una ceremonia de colores que recrearon las antiguas tradiciones mediterráneas del culto al fuego. En el encuentro, junto a los dimonis del Grao de Botafocs participaron Els Diables de Olesa de Montserrat, del Baix Llobregat. Una vez más, las evoluciones de estos personajes que navegan entre la fantasía y la imaginación cautivaron a centenares de personas que presenciaron su recorrido, que comenzó junto al Casal Jove, pasando por la avenida del Puerto, la calle Canalejas y para acabar en la calle Treballadors de la Paca.

Un espectáculo que hizo las delicias de un público fiel a estas manifestaciones que combinan el fuego con el riesgo y el color de las llamas y de la pirotecnia. Botafocs se ha consolidado como uno de los referentes festivos en la cultura castellonense del fuego. H