Deterioro en el hormigón, pilares de apoyo sobre la losa en estado irregular, manchas de óxido generalizadas, agujeros... Este es el panorama que encontraron los técnicos durante su revisión del muelle transversal exterior del puerto de Castelló, que obligó a la Autoridad Portuaria a clausurarlo porque había riesgo de que «en un corto plazo de tiempo» el atraque «colapsara».

Son las palabras del presidente de PortCastelló, Francisco Toledo, quien cree que de no haber tomado esta decisión la pasada semana «podría haber ocurrido algo parecido a lo que sucedió en el puente de Génova o en el puerto de Vigo», dos infraestructuras que se derrumbaron y que causaron muertos --la primera--, heridos y cuantiosos daños materiales.

«Hay que tener en cuenta que sobre esta estructura hay una grúa que pesa 400 toneladas y que lanza sobre el muelle miles de toneladas de material», incide Toledo, quien relata que Puertos del Estado ha puesto como ejemplo para otros recintos la actuación llevada a cabo en Castelló.

Los desperfectos fueron descubiertos durante una inspección previa a la redacción de un plan de mantenimiento preventivo en el recinto, en el que se analizaron todos los muelles.

En el transversal exterior, construido en 1987, la falta de mantenimiento y una solución constructiva inadecuada provocaron un alto nivel de deterioro que PortCastelló paliará con una inversión de 3,5 millones. Mientras, la mitad del atraque estará cerrada y, cuando se reforme, se cerrará la otra mitad para llevar a cabo la misma actuación. Toledo destaca que todos los años se destinarán 200.000 euros a labores de inspección.