Si es uno de los casi 42.000 trabajadores por cuenta propia que existen en Castellón seguramente sabrá que todos los meses puede cotizar para obtener la prestación por cese de actividad en el caso de que el negocio no funcione. Es el paro de los autónomos, una medida que entró en vigor en 2010 y que, siete años después, sigue sin tener impacto en Castellón. Y no lo tiene porque los requisitos son tan duros que la Seguridad Social rechaza más de la mitad de las solicitudes.

Los últimos datos que maneja el Ministerio de Empleo revelan que durante los nueve primeros meses de este año, 53 autónomos de Castellón solicitaron la prestación económica por cese de actividad. El problema es que solo 22 de ellos (el 40%) acabaron cobrando el paro. ¿Conclusión? La Seguridad Social ha rechazado el 59% de las peticiones. Durante el 2016 las cifras fueron algo más favorables: 74 solicitudes en la provincia de las que algo más de la mitad (38) fueron favorables.

La baja aceptación de la cobertura del cese de actividad no es algo exclusivo de Castellón. En el conjunto nacional la situación es similar y de las 2.017 solicitudes registradas en los tres primeros trimestres del año tan solo 1.206 han sido favorables. Y en la Comunitat valenciana ha ocurrido más de lo mismo: 108 autónomos cobran el desempleo pese a que 315 lo han solicitado.

Que solo cuatro de cada diez autónomos de Castellón que cotizan por ello logren cobrar la prestación se debe, fundamentalmente, a lo farragoso de un sistema que exige del cumplimiento de requisitos muy duros, entre ellos demostrar las pérdidas económicas que hacen inviable su negocio. Un ejemplo: para tener la posibilidad de cobrar el paro, el trabajador por cuenta propia (debe llevar 12 meses ininterrumpidos cotizando antes de echar el candado a su negocio) debe cotizar también la parte correspondiente al cese de actividad y debe de estar al corriente en el pago de todas las cuotas y, además, tiene que justificar con documentos los motivos por los que se ha visto obligado a abandonar la actividad. Entre estas causas está registrar pérdidas en un año completo superiores a un 10% de los ingresos, una razón que complica el cobro de la prestación por desempleo a muchos profesionales que no pueden aguantar tanto tiempo en números rojos.

EL ESTADO HACE CAJA // Los problemas con los que se encuentran la mayoría de los trabajadores por cuenta propia para cobrar el paro se traducen en un saldo millonario a favor del Estado, ya que por este concepto ingresa mucho más de lo que gasta. La estadística que maneja la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) destaca que en el 2016, y a nivel nacional, la Seguridad Social se embolsó 134 millones de euros por las cotizaciones de cese de actividad que abonan parte de los autónomos. De toda esa cuantía, solo se devolvieron unos 16 millones, es decir, el superávit ascendió a 118 millones. «Solo el 15% del dinero se ha destinado a la función que corresponde a estos fondos y lo lamentable es que, pese a lo positivo de las cuentas, más de la mitad de las peticiones de paro realizadas por los autónomos se rechazan», denuncian desde esta organización.

Tener acceso al paro no es fácil y, además, la mayoría de los autónomos no cotiza por ello. Las estimaciones que manejan entidades como AVA y UPTA refleja que apenas el 30% cotiza para poder acceder a la prestación de desempleo en caso de necesitarla. Este derecho exige pagar un 2,20 % más sobre la base de cotización, es decir, entre 20,23 y 82,52 euros más al mes.