Es poco, sobre todo teniendo en cuenta que los sueldos no solo no han subido, sino que han visto recortados durante los años de crisis en Castellón, pero al menos comienzan a crecer, y lo hacen ahora con bastante más intensidad que en el último año.

De hecho, los salarios pactados en los 56 convenios colectivos firmados en los primeros siete meses de este año, hasta agosto, registran un alza media del 1,26%, frente a un promedio de apenas el 0,76% en el ejercicio del 2016.

Se trata de acuerdos sobre las condiciones laborales que afectan a cerca de 17.000 trabajadores de 2.525 empresas, según datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

La misma estadística especifica que, del total de pactos a los que se ha llegado tras la negociación, 46 se corresponden al ámbito de empresas individuales del ámbito cerámico, turístico y hortocitrícola, en los que la subida media ha sido de casi el 1%.

los sectores que renuevan // En cuanto a la decena de convenios sectoriales renovados, el alza ha sido del 1,39% este año, y definen las condiciones de trabajo de 11.091 empleados en actividades como el transporte de viajeros por carretera; industria textil; supermercados; carnicerías; limpieza de edificios y locales; pozos de riego; empleados de fincas urbanas o almacenistas de alimentación al por mayor.

El secretario general del sindicato UGT en la provincia de Castellón, Francisco Sacacia, valora la evolución salarial en el sentido de que «los sueldos están creciendo, pero por debajo de lo que sería lógico, cuando todos los nuevos datos macroeconómicos se anuncian como muy positivos».

Sacacia hace referencia, como ejemplo, a que «solo faltaba la ministra de Empleo, Fátima Báñez, diciendo esta semana que los empleos son ahora de más calidad que antes de la crisis».

El representante sindical rebate esta afirmación con «realidades» como que solo el 10% de los contratos son indefinidos y, de estos, más del 40% son parciales.

Añade que lo que está «claro» es que la crisis «ha acabado ya en muchas empresas y sectores, que están ganado más dinero, y suben los grandes salarios y los beneficios empresariales».

Con estas premisas, Francisco Sacacia entiende que «es un momento de recuperación que tiene que traducirse en una mejora sustancial de los salarios de los trabajadores». Señala en este sentido que los sindicatos están «encontrando muchas dificultades para que las empresas trasladen proporcionalmente el aumento de las ganancias a subidas en la remuneración del empleado».

En todo caso, el portavoz de UGT en Castellón asegura que van a «seguir luchando para conseguirlo», y recuerda la petición de su sindicato de que ningún trabajador tenga sueldos por debajo de los 1.000 euros, para poder vivir con «dignidad».