La Universitat Jaume I (UJI) recupera músculo investigador y suma dos millones en fondos para proyectos de I+D+i. La universidad, que tienen 287 proyectos abiertos en todas las disciplinas de sus 31 grados, regresa así al techo alcanzado en el curso 2007/08, el último de los tiempos de vacas gordas, según los datos presentados por el secretario general de la UJI, José Luis Blasco, al inicio de las clases en la Memoria 2015/16. Las dotaciones en materia investigadora de la Jaume I ascienden a 12 millones, dos millones más que el curso anterior, lo que supone un incremento en solo un año de un 32%, un hito después de la tijera del Ministerio en cuanto al nivel de subvenciones para seguir innovando.

Desde 2007, el último precrisis, las cuentas para investigación de la UJI han ido a la baja, hasta los 7,5 millones del 2012, cuando empezó la remontada, que arrancó muy poco a poco, hasta 7,8 millones en el 2013, y llegó a los 10 en el curso 2014/15. «Hay equipos muy punteros en la Universitat que captan cifras millonarias con proyectos que unen empresas, instituciones y a la UJI, sobre todo de los programas Horizonte 2020 y Life+, y son la avanzadilla para investigaciones más pequeñas, pero importantes en sus campos», explican fuentes del departamento de la UJI.

DE LA UE // Llega menos dinero del Gobierno pero crecen los fondos europeos. «Los investigadores saben que en estos momentos, las subvenciones para I+D+i están en Europa, y se lanzan a por ellas», señalan fuentes de un equipo de la UJI. Es precisamente en Castellón donde se está fraguando uno de los últimos proyectos internacionales con participación público-privada, liderado por Facsa, junto al Instituto de Tecnología Cerámica de la Jaume I y otros 10 socios de España, Italia, Francia, Noruega, Chipre, Turquía y Colombia. Se llama Remeb, y su objetivo es desarrollar un biorreactor de membranas sostenible a partir de residuos agrícolas del olivar, e industriales de la cerámica, para reutilizar el agua. H