Uno de los espacios preferidos de los habitantes de Albocàsser, el ermitorio de Sant Pau y sus alrededores, vive este fin de semana uno de sus momentos más concurridos del año, con la celebración de la emblemática feria agrícola. Cientos de personas, muchas de ellas vinculadas especialmente a las actividades agrícolas, se acercaron al recinto en el día de ayer, con la intención de conocer las últimas novedades en el sector de la maquinaria, productos fitosanitarios y tendencias en innovación tecnológica.

Hoy se espera que el ritmo de visitantes sea incesante hasta la clausura de las actividades. Medio centenar de expositores se disponen en la zona arbolada situada junto al ermitorio, con una oferta basada tanto en las innovaciones para los profesionales del campo como en la venta de productos del hogar, artesanía, juguetes o alimentación.

HISTORIA // La Fira de Sant Pau i Sant Pere constituye una muestra del devenir de los tiempos en Albocàsser. Los primeros vestigios hallados en documentos históricos revelan que ya se celebraba en 1752, y que contaba con la asistencia de hasta 15.000 personas. En los primeros momentos se dedicaba a vender herramientas para el campo, algo que se ha ido adaptando con el paso de los siglos hasta su actual configuración. Lo que sí ha permanecido inalterable ha sido el lugar de celebración y su carácter de punto de encuentro entre profesionales del sector primario y vendedores de elementos destinados a la innovación en sus oficios.

El ambiente que se vive en el ermitorio también se aprovecha para vivir momentos de hermandad. La Penya Taurina d’Albocàsser celebró anoche una multitudinaria cena, acompañada de una actuación musical. La programación se completa con una exposición de fotografías dedicadas a la temática taurina. H