El Ayuntamiento de Almassora ha iniciado contactos con diversas entidades, tanto públicas como privadas, para ofrecerles la posibilidad de desarrollar su actividad en el Centro Tecnológico de Frutos Secos a fin de evitar su venta, una posibilidad que sí maneja la Conselleria de Agricultura que dirige Elena Cebrián.

“Exploraremos todas las vías posibles para llenarlo de actividad antes de aceptar que se venda”, aseguró la alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau. En este sentido, fuentes del equipo de gobierno explicaron que desde el consistorio se mantiene abierto desde hace varios meses el proceso de toma de contacto con entidades relacionadas con la investigación, el desarrollo tecnológico o la formación para darle vida a este inmueble de envergadura situado en el polígono Camí Sitjar-Camí Fondo.

Las instalaciones, que fueron construidas a través de una inversión del Consell de 2,4 millones y que finalizaron el pasado julio, están por estrenar y preparadas para acoger a 40 investigadores. El pasado octubre Cebrián, junto a miembros de su equipo y la alcaldesa, visitó el complejo para buscarle nuevos usos. Sin embargo, en una respuesta en Les Corts, la consellera reconoció que, entre las opciones que están estudiando, se contempla su venta.

cesión // Al respecto, Nicolau ha asegurado que el consistorio aspira a darle un uso que “pueda repercutir en la economía de la zona” y ha explicado que el acuerdo pasaría por una cesión del espacio a esas entidades.

Por su parte, desde la Generalitat apuntan que el “centro fantasma” genera gastos de mantenimiento y seguridad para que no lo desvalijen, y que en estos momentos ya hay laboratorios en Burjassot y Requena “que pueden hacer la misma función”. Por ello, además de la venta, entre las opciones que maneja el Consell se encuentran reconducirlo a usos universitarios o destinarlo a utilidades de bienestar social. H