El belén viviente de Lluïsos Almassora alcanzó ayer su 25ª edición, la primera tras la declaración de Interés Turístico Provincial. Esta fecha especial coincide también con el cambio de ubicación del evento, que se trasladó de la plaza de la Iglesia a la plaza Mayor, donde las gradas frente a los pórticos acogieron al público.

Además, la congregación homenajeó a la madre Amparo Adell, impulsora y creadora del primer belén viviente celebrado en Almassora. Helena Martínez, Jorge Mundina y el resto de jóvenes integrantes de Lluïsos Almassora han querido que este 25º aniversario sea el más especial en el nuevo emplazamiento, una plaza que luce renovada tras la pintura de la fachada del antiguo ayuntamiento de Almassora, donde no faltó detalle para que la representación, en la que también participaron algunos animales, creara un ambiente más realista.

Un guión adaptado y los donativos de las personas que asistieron a la representación permitieron que el público de todas las edades disfrutara de los nuevos escenarios, decorados y músicas en la recreación del nacimiento de Jesús. De igual forma, el elenco reunió a voluntarios mayores y pequeños para dar vida a las escenas costumbristas del pasado, bajo la dirección de la congregación religiosa almazorense.

«La declaración de Fiesta de Interés Turístico Provincial es un aliciente para que más público se acerque a conocer el belén viviente, un espectáculo único en Almassora», señaló la edil de Juventud, María Luisa Renau.