Almassora reivindicará en el pleno del próximo lunes, a través de una declaración institucional, mantener el servicio de cartería con la organización actual tras la polémica surgida en la localidad sobre una posible reestructuración en la oficina de Correos.

Los cambios, según ha podido saber Mediterráneo, forman parte de un plan de reestructuración sobre el que trabaja la empresa pública de mensajería postal y consisten en el traslado de la unidad de cartería hasta el municipio vecino de Vila-real, desde donde continuaría prestando servicio. En total, se verían afectados diez trabajadores, nueve carteros y el jefe de la unidad, aunque tanto la empresa como los sindicatos confirman que en ningún caso supondría el cierre de la sucursal de Almassora, que «funcionaría como hasta la fecha».

«El borrador de reestructuración que plantea Correos afecta a la central, de la que pasarían a depender los trabajadores. En ningún caso contempla la clausura de la oficina de la ciudad ni una merma del servicio», puntualiza la alcaldesa, Merche Galí.

Pese a ello, la munícipe adelanta: «Desde el Ayuntamiento queremos apoyar a la plantilla y este lunes lo materializaremos a través de un texto conjunto de todos los grupos políticos». La hace tras convocar al director de la oficina a una reunión para conocer de primera mano las medidas diseñadas por la entidad postal.

Desde Comisiones Obreras (CCOO), la secretaria provincial de Castellón, Fina Bernuz, muestra el descontento de la propuesta planteada por la compañía, que inicialmente pretendían aplicar desde el 1 de agosto, aunque finalmente se ha visto pospuesta sin fecha por ahora.

Los trabajadores, en contra

Entre los argumentos utilizados por los trabajadores figuran «la ausencia de motivos suficientes, así como que no supone ni beneficios económicos ni de tiempo en el servicio», tal y como comenta Bernuz.

Todos ellos han sido plasmados en un comunicado conjunto emitido por los representantes sindicales de CCOO y CGT dirigido a la dirección de Correos. No obstante, reclaman diálogo con las personas que se puedan ver afectadas ante cualquier cambio. «Por ahora no se ha hablado ni con los sindicatos ni con los trabajadores afectados, aunque reclamamos hace tiempo una reunión por escrito», critican desde CCOO.

Además, otra de las razones que esgrimen es la acumulación de trabajadores que supondría en la sede vila-realense: «Pasaría a contar con hasta 30 empleados, lo que dificultaría la separación en el centro de trabajo y la prevención frente al covid-19».

Mientras, desde el Partido Popular local también critican este planteamiento e invitan a la corporación municipal «a plantar cara» ante lo que califican como «una merma en el servicio». Por ahora, Correos responde que «no hay todavía tomada decisión alguna sobre esta unidad de reparto de Almassora», sostienen.