Almedíjar contará con una fábrica de cubitos de hielo de agua mineral aprovechando las instalaciones de la antigua embotelladora y de la fuente de El Cañar, que nace en plena naturaleza del corazón del parque natural de la Serra d’Espadà. Así lo anuncia el alcalde de la localidad, José Esteban Villanova, cuyo Ayuntamiento recuperó recientemente la concesión y las naves, para cederlas a continuación a otra sociedad que se encargará de su explotación.

Los inspectores de Salud Pública visitaron la semana pasada la fábrica para dar el visto bueno al inicio de la producción definitiva, aunque se ha estado trabajando con pruebas y en la adecuación de infraestructura del antiguo inmueble. Villanova explica que, aunque no se puede llegar a la veintena de empleados que trabajaban en la anterior embotelladora, «si en la actualidad existe la posibilidad de que haya tres o cuatro y unos ingresos para el consistorio, pues bienvenidos sean», subraya.

Villanova argumenta que «al beber el agua de un cubito de hielo normal tiene un sabor no demasiado agradable y por ello es natural que para un gintónic o cualquier cubata, con la sofisticación que se elaboran actualmente, se utilicen cubitos de agua mineral, pura y que, además, se mantienen congelados por más tiempo». «La diferencia de precio es mínima, pero la calidad es muy superior», apunta.

A principios del ejercicio 2014, el titular del Juzgado número 3 de lo Social de Castellón declaró insolvente la firma que gestionaba la embotelladora Aguas de Almedijar SA, de titularidad municipal. Así lo recogió en febrero de ese año el Boletín Oficial del Registro Mercantil, Borme. Esta planta se vio afectada de lleno por la crisis económica y la empresa abandonó la instalación en el 2012, manteniendo deudas con el consistorio. La corporación municipal acordó, en el mes de febrero del 2013, rescindir el contrato con la mercantil.