Las campanas de la torre de la iglesia San Miguel Arcángel de Altura volvieron a voltear de forma manual después de 35 años, según apuntaron diversos testimonios de la localidad. Lo hicieron el pasado viernes tras la misa mayor con motivo del día grande de las fiestas patronales de la localidad en honor a Nuestra Señora de Gracia, festejos reducidos a su mínima expresión debido a las restricciones por la pandemia del covid.

El acontecimiento se produjo «gracias a la ilusión de un grupo de alturanos, amigos del mundo de las campanas» que decidieron «recuperar una tradición ancestral en nuestro pueblo, tradición que la propia UNESCO tiene reconocidas entre sus prioridades como manifestación cultural del patrimonio inmaterial de la humanidad», indicaron sus promotores.

Por razones de seguridad acorde a las medidas sanitarias actuales, solo los campaneros accedieron a la sala de estos instrumentos, aunque todo el pueblo pudo disfrutar del toque que realizaron como era habitual antes de la electrificación de los sistemas de toques y repiques que no requerían del componente humano.

También hubo un concierto extraordinario a cargo de la Unión Musical y Cultural.