Ni la incidencia del coronavirus ni la continua amenaza de lluvia que durante todo el día se cernió sobre Benicarló, dibujando un cielo gris y encapotado que mantuvo en vilo algún corazón, pudieron frenar el empeño de llevar adelante las fiestas patronales en honor a Sant Bartomeu. Lo único que consiguió evitar la pandemia del covid-19 es que los actos se llevarán a cabo de la forma tradicional, aunque, eso sí, conservaron su esencia. Las mascarillas y las distancias interpersonales marcaron la diferencia.

Esta vez, el evento institucional que inauguró oficialmente las celebraciones tuvo que adaptarse a las actuales circunstancias. Así, si bien derrocharon elegancia a raudales, las damas de la localidad no vistieron de gala y tampoco se efectuó la tradicional imposición de bandas. La reina, sus cortes de honor y la Dulcinea fueron recibidas, respetando las distancias de seguridad, por la alcaldesa, Xaro Miralles, y el concejal de Fiestas, Pedro Manchón. A continuación, Jaume Rolíndez, ganador del Poema Flor Natural, plasmó a la perfección, con su rima amable y afectuosa, las virtudes que adornan a las representantes festeras.

Seguidamente, la máxima representante de las fiestas, Anna Redó, pronunció su discurso de Crida ante un público menos numeroso que el año pasado, pero muy entregado y que premió con un caluroso aplauso las esperanzadoras palabras de la dignataria.

Especialmente emotiva fue la intervención del mantenedor, el doctor Javier Ballester, que con su experiencia personal y la de los sanitarios, luchando en primera línea contra la pandemia, invitó a la reflexión y a la responsabilidad.

En la misma línea, la alcaldesa también hizo un llamamiento al compromiso colectivo. «Aún estamos lejos de no considerar el virus como una amenaza para nuestra salud, nuestra vida y nuestra economía, y hemos de tomar seriamente las recomendaciones sanitarias. Que tantas muertes, tantos sacrificios y tanto esfuerzo no sean en vano», apuntó, pidiendo prudencia. Asimismo, Miralles dedicó un mensaje de sincero agradecimiento a la comisión de fiestas, «por su trabajo desinteresado y voluntarioso», subrayó.

La habanera Viento de nostalgia, interpretada por la Coral Polifónica Benicarlanda, puso el broche de oro al acto institucional presentado por el tándem Raül París y Henar Martínez,

CULTURA Y DIVERSIÓN // Esta cita fue el preámbulo de la esperada y magnífica Serenata a Sant Bertomeu. Además, la primera jornada de los festejos incluyó otros actos como exposiciones, presentaciones de libros o el original Vestimos a los gigantes.