El Ayuntamiento de Benicarló ha aprobado de forma definitiva la ordenanza municipal reguladora del estacionamiento de autocaravanas en los espacios de dominio público local. La nueva normativa afecta directamente la zona que se urbanizó en la partida Solades para este fin y que ha provocado numerosas quejas, especialmente entre los vecinos de construcciones situadas en las inmediaciones del párking. La controvertida decisión del equipo de gobierno generó un tenso debate en la última sesión plenaria, en la que se dio luz verde a la reglamentación y en la que los grupos que integran la oposición --Partido Popular y Ciudadanos-- expresaron su profundo rechazo.

El hecho de que el ejecutivo municipal desestimara todas las alegaciones presentadas fue uno de los argumentos esgrimidos por el portavoz de la bancada popular, Juan Antonio Mañá, para defender su voto en contra. Pero este no fue el único. Al respecto, señaló: «Igual que manifestamos en la correspondiente comisión informativa, consideramos que no es el sitio idóneo, al estar cerca de numerosas viviendas, pues puede ocasionar molestias. Además, es zona inundable».

Por su parte, la alcaldesa, Xaro Miralles, recordó a Mañá: «Se trata de un vial de carácter público, del que se aprobó su urbanización cuando usted era concejal de Urbanismo y no es más inundable que cualquier otro punto de la avenida Papa Luna».

El concejal del PP, por alusiones, rebatió a la primera edila indicando que no es un simple eje. «Ahora se ha instalado una actividad y está sometida al riesgo de inundación, por tanto, debemos ser responsables sobre cualquier eventualidad que pueda suceder en un futuro y que pueda derivar en un hipotético perjuicio para el Ayuntamiento», contestó el portavoz popular.

VECINO / La tensión del debate se trasladó también a la sala de plenos, pues entre el público asistente se encontraba uno de los vecinos del aparcamiento, que acusó a la máxima autoridad municipal de «actuar de forma dictatorial». Todo ello fue porque intentó tomar la palabra, si bien, atendiendo al reglamento de las sesiones, este turno no es posible.

La ordenanza supone el último episodio sobre esta controvertida instalación. Desde que fue anunciada, hubo quien cuestionó la rentabilidad del servicio, mientras que otros consideraron que la oferta entra en competencia desleal con los cámpings situados cerca. Además, el colectivo ecologista Apnal calificó de «un despropósito y una auténtica temeridad» la iniciativa del equipo de gobierno benicarlando, debido a la calificación de este entorno en el mapa autonómico de las zonas que son inundables.