El Museo de la Mar de Benicarló abrirá sus puertas el próximo verano. Al menos esta es la intención del ejecutivo local, según declaró la alcaldesa, Xaro Miralles, después de que por «causas ajenas a nuestra voluntad» se haya tenido que posponer su apertura en más de una ocasión. «Poner un museo en marcha resulta complicado, porque precisa realizar muchas gestiones que se alargan en el tiempo», admitió.

Las obras de reconstrucción del edificio fueron costeadas por la Diputación, que subvencionó al 100% los 221.000 euros de la inversión. Dado que esta cantidad supuso una baja del 40% respecto de los 398.000 euros de la licitación, la administración provincial se comprometió a destinar 30.000 euros al proyecto, para dotar de material y mobiliario.

La ejecución culminó en septiembre del 2015, «pero el convenio de colaboración se firmó en septiembre del año pasado», explicó Miralles, quien enumeró los diferentes trámites culminados hasta el momento. «Hemos mantenido varias reuniones con los marineros para firmar un acuerdo de cesión de material, se ha hecho un inventario y la selección de las piezas, más la documentación del contenido, y también se han realizado las entrevistas y los audiovisuales», dijo.

PENDIENTE / La munícipe avanzó que para el arranque de las actividades en este recinto «falta la colocación de vinilos, solventar un problema surgido con el proyector del video-mapping y algunas actuaciones necesarias en materia de seguridad, como la instalación de una alarma conectada con la policía, además de una valla para evitar los robos».

Otro de los problemas añadidos es «la falta de personal». Sin embargo, en este aspecto la alcaldesa confía en que la cuestión se llegue a solventar en el menor plazo de tiempo posible, y en las próximas semanas «vecinos y visitantes puedan disfrutar de este nuevo espacio cultural», que se sumará a la oferta existente en el Mucbe del antiguo convento de San Francisco, o la casa tradicional de la calle Santa Cándida.