La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, ha pedido al departamento de Intervención municipal que inicie el expediente para reclamar por vía legal el pago de la deuda del Consell por las obras de Villa Elisa, que asciende a 1,4 millones de euros y que tiene su origen en el 2008, momento en el que Francisco Camps era el presidente de la Generalitat.

La munícipe asegura que este impago es «incomprensible» y añade que «se ha convertido en un ataque dirigido y certero contra Benicàssim, en un castigo que la Conselleria de Cultura infringe a aquellos municipios que no son de su cuerda».

En este sentido, recuerda que el pleno aprobó por unanimidad, en marzo del 2016, dar un plazo de un año a la Generalitat para que incluyese el ingreso del débito en sus presupuestos o que confirmase un plan de pagos «firme y creíble». Sin embargo, «el tiempo se ha cumplido y el gobierno valenciano sigue dando la callada por respuesta», asegura una Marqués que hace un mes también pidió por escrito al conseller Marzà el abono del coste de unas actuaciones que en su momento adelantó el consistorio.

El impago y «el abandono total» del edificio por parte del Consell, han colmado la paciencia de un consistorio que también exige retomar las obras o rescindir el contrato para buscar otras alternativas de rehabilitación.