Betxí inició ayer las obras de ampliación del vial de Puntarró, tras haber obtenido el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Se trata de la futura ronda noreste que permitirá desviar de manera definitiva el tráfico pesado por fuera del casco urbano. En este caso, las acciones van encaminadas a eliminar alrededor de una anegada de naranjos para poder duplicar la anchura del camino y, de esta forma, permitir el paso de camiones en ambos sentidos.

Además, se trata de una zona de acceso muy complicada, ya que está en un punto elevado y con una curva de 90º que será cambiada por un trazado más suave y accesible. La futura ronda noreste está llamada a ser un eje principal de la población con el fin de llegar a las grandes empresas que hoy en día todavía están fuera del polígono industrial y que suponen un motor económico para el municipio. De hecho, su alcalde, Alfred Remolar, ha destacado que estas obras «no solo permitirán evitar accidentes y molestias en las calles, sino que incluso supondrán un acceso más rápido, fácil y directo para los mismos camiones».

El proyecto está estructurado en dos fases. Esta primera, que cuenta con un presupuesto de 50.000 euros para eliminar el punto negro del recorrido; y una segunda, más ambiciosa, que contempla la construcción de un paso elevando para atravesar el río Seco y que supondrá una inversión de 200.000 euros. «Estamos en negociaciones con el Consell para intentar conseguir alguna ayuda», señaló Remolar. Los trabajos finalizarán en un mes.