Un vecino de Borriol descubrió hace unos meses, accidentalmente, restos de esqueletos en una zona próxima a El Palmar. De forma inmediata, comunicó el hallazgo al Ayuntamiento, que lo puso en conocimiento de la arqueóloga Neus Arquer, conocedora de las excavaciones en el poblado, quien inspeccionó la zona. La primera hipótesis fue la de considerar que estos restos eran romanos, dada la proximidad del espacio con hallazgos de esta cultura. Se ha procedido a una intervención oficial, en la que también participa la arqueoantropóloga Carmen Coch, siendo ambas directoras del proyecto.

Así, bajo los auspicios del consistorio y con la ayuda de voluntarios se ha producido el hallazgo de ocho cuerpos que, por la posición --mirando al sudeste--, decúbito supino, parece que son de origen musulmán, sin que aparezcan restos de ajuar, aunque sí tipos de tierra limpia, propia de los enterramientos de los cuerpos. Estos presentan signos claros de amortajamiento: pies y manos entrelazadas y clavículas juntas. Las tumbas, excavadas a nivel natural, presentan una distribución ordenada y se encuentran relativamente próximas entre sí. Probablemente, se trataría de una necrópolis extensa, cerca del río. Su datación podría fijarse en el medievo, aunque de cronología islámica indeterminada.

incógnitas // La excavación y los hallazgos están actualmente en estudio, pues quedan incógnitas por resolver. Una de ellas es de dónde procedían esos cuerpos. Parece que, dada la distancia, resulta improbable pensar que fueran del antiguo poblado de la morería. El enigma continúa y ya se baraja alguna hipótesis como alternativa, por ejemplo, la posibilidad de que existiera alguna alquería o pequeño poblado próximo, todavía por descubrir. El tiempo lo dirá, pero, de momento, Borriol cuenta con un nuevo yacimiento arqueológico. H