Borriol acogió ayer una de las actividades más espectaculares y con mayor presencia de visitantes dentro de sus fiestas de Sant Antoni, con la recogida de 30.000 kilos de leña para su hoguera. Durante la mañana y tarde, el carro que transporta la leña en su recogida local siguió sus habituales itinerarios hasta engrosar la monumental pira situada en la antigua Plaça del Pou, compuesta esencialmente por gruesos troncos apilados en una masa troncocónica estéticamente excepcional; troncos que han sido depositados por los vecinos en la acera de sus casas con varios días de antelación.

Pero poco después del mediodía las caballerías ofrecieron un espectáculo en el que la fuerza, la habilidad y el valor se reunieron para vencer una calle con pronunciado declive, el Raval, con su pesada carga de leña.

Poco antes, la Plaça de la Font, casi epicentro festivo, estaba repleta de gente dispuesta a presenciar la difícil prueba a que someten a caballerías y a sus propietarios, pues el mérito es tanto de unas como de otros. Allí restallaban los látigos y las gargantas de sus amos se volvían roncas de tanto arengar a la especial matxà, conductora del amplio carro con tendal y dura carga.

El Raval reunió a una multitud deseosa de contemplar el espectáculo y disfrutar de la prueba. Una decena de caballerías formaron el conjunto de tiro y un número considerable de espectadores acudió a las calles adyacentes para contemplar el esfuerzo que representaba para las caballerías salvar todos los obstáculos.

Una vez superada la prueba, la gente volvió a concentrarse en la antedicha Plaça del Pou para observar la maestría de quienes trabajaban en la difícil tarea de ensamblar las distintas piezas y tamaños de los troncos recogidos. En el centro, el pirri, como remate del conjunto leñoso. Con ello quedaba construida parte de la que por la noche sería hoguera.

La tarde prosiguió con la recogida de leña por otros itinerarios. El último transporte fue ya un viaje de placer con el carro engalanado por leña verde y adornos. En total se recogieron unos 30.000 kilos de leña. Luego, en la calle Honda, tuvo lugar la concentración de animales y posterior bendición en la plazoleta de la iglesia parroquial y reparto de primes para los animales en la Plaça de la Torre. En las casas, degustación de figues albardaes.

Sin embargo, el punto central de este día festivo lo constituyó la encendida de la hoguera grandiosa con desfile de caballerías con presencia masiva de gente en un ambiente realmente festivo.