Burriana cerró ayer las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de la Misericòrdia y lo hizo con la tradicional batalla de flores, en la que el confeti es el auténtico protagonista, tanto si se lanza desde arriba de las carrozas como a pie de calle. De las plataformas, la confeccionada por la comisión de la falla Barri València obtuvo el primer premio. Fue con un colorido monumento que llevaba por lema La Feria.

El segundo premio fue para el Club 53, mientras que Don Bosco se hizo con el tercero; Cardenal Tarancón se llevó el cuarto; la Mercé, el quinto; y Quarts de Calatrava consiguió el sexto.

El recorrido se desarrolló sin incidentes, aunque la jornada dejó un par de anécdotas. Por un lado, a los de Cardenal Tarancó le entregaron por error el banderís del primer premio, aunque se rectificó para darles el del cuarto. Y, por otra parte, la carroza de Don Bosco reventó la rueda delantera derecha, aunque pudo completar todo el recorrido.

Miles de vecinos llenaron las calles Carrera, el Pla, la Tanda y la Mercé para ver el paso de auténticas obras de arte confeccionadas durante el verano por los comisionados de las diferentes fallas de la localidad. Sobre las plataformas, las falleras de cada comisión, con vestimenta acorde a la temática de la carroza, que derrocharon alegría y fiesta a lo largo de la tarde. Abajo, mayores y sobretodo pequeños que se lo pasaron en grande tirando confeti.

Es la guerra más divertida y para todos los públicos, que se desarrolla, en parte, por un recorrido por el que la jornada anterior aún marchaban los toros pero que, durante la noche y la mañana, cambió radicalmente su aspecto para acoger este tradicional y colorido acontecimiento.

Los cadafals fueron sustituidos por sillas y se montó el palco de autoridades, en el que estuvieron el presidente de la Diputación, José Martí, y la diputada provincial Tania Baños. A las 21.00 horas, junto al cauce del río Ana, se disparó el castillo de fuegos artificiales que sirvió de colofón festivo.

La meteorología no provocó ningún contratiempo y se pudo poner la guinda a las fiestas de la Misericòrdia con buen ambiente y participación máxima.