Las calles de Vilafamés vuelven al pasado en este fin de semana. El olor a cáñamo, el aroma de los buñuelos y figues albardaes o la esencia del jabón hecho a mano son parte de los ingredientes de la Mostra 1900, que junto con las recreaciones de oficios y tradiciones dan a conocer una forma de vida rural que el tiempo y los cambios introducidos en la sociedad han ido desgastando.

Cerca de 300 personas dan vida a los personajes de la sociedad de la época, con el núcleo antiguo como escenario. El llamamiento del alguacil fue la apertura, ante la presencia del alcalde, Abel Ibáñez, y otros cargos como el portavoz del PSPV en la Diputación, Santiago Pérez; la diputada autonómica de Compromís, Belen Bachero; miembros de la ejecutiva provincial socialista, o la reina de las fiestas y su corte de honor.

Diferentes rincones del municipio albergaron las escenas costumbristas, con novedades como la de los toreros en la capilla preparándose para la corrida o la de los novios en una boda. La música estuvo presente con un bureo.

La gastronomía tiene un papel destacado, con las orelletes, los prims o los almendraos, además de cocas saladas. Hoy acaba esta muestra con la recreación de la procesión de Sant Miquel como una de las citas más relevantes.