El CEAM de Burriana lleva desde el pasado 1 de noviembre sin cafetería. Así seguirá, al menos, hasta el próximo año 2018. La anterior empresa abastecedora no aceptó la prórroga y finalizó su vinculación contractual el 31 de octubre. Desde esa fecha, no se ha sacado el concurso público para encontrar alguna mercantil que quiera continuar ofreciendo el servicio.

Este establecimiento, integrado en el centro, ofrecía también comidas a precio reducido durante toda la semana, incluido los festivos. De hecho, era los fines de semana y los martes cuando alcanzaba el pico de demanda, que se situaba en torno al medio centenar de peticiones. La clientela fija que acudía todos los días era mucho menor, sobre las cuatro personas, según la dirección.

Unos datos que, unido a los precios, conllevaban que la rentabilidad de la empresa no fuera la esperada. Ese también es el motivo por el cual los proveedores no aceptan las prórrogas, ya que el verano tiene el añadido de que son «meses muertos», ya que también cae la asistencia de personas al CEAM, como consecuencia del final de curso de las distintas actividades programadas allí.

El propio centro tuvo que buscar un acomodo para las personas que acudían de forma continuada en un restaurante del municipio, algo que desconocen los que acudían intermitente.

REPARACIONES // Los responsables del espacio de mayores instaron a la Conselleria para que sacara cuanto antes el concurso, pero antes hay que reparar los desperfectos derivados del uso, así como reponer electrodomésticos que no están en condiciones.

Todo ello ha dilatado el proceso del que se espera que la próxima semana se publiquen las bases, aunque el servicio no está previsto que no se recupere hasta comenzado el nuevo año. En estos momentos, no solo no se ofrecen comidas, sino tampoco cafés. El local está desmantelado y a la espera de la llegada de la nueva maquinaria para poder abrir.