Los valldalbenses compaginaron ayer la devoción que sienten por su patrona, la Inmaculada Concepción, con la afición por los toros. Los aficionados disfrutaron con el primero de los encierros, que se sucederán hasta el próximo domingo, último día de fiestas, y que atraen a numerosas personas de toda la provincia. Además, vecinos y visitantes aprovechan para asistir al resto de espectáculos taurinos programados a lo largo de la jornada. La patrona fue homenajeada con una misa, oficiada por el párroco Óscar Bolumar y amenizada por un grupo baturro. Después, la imagen fue sacada en procesión por la principales calles del municipio.

Este año, el acto contó con una novedad y es que la ofrenda floral a la Virgen se realizó antes de la procesión y, además, el ayuntamiento costeó una estructura que rodea la imagen de la patrona y en el que se pueden colocar los ramos de flores hasta crear un colorido altar de flores.

Representantes de la Asociación de Amas de Casa l’Alba fueron las encargadas de recoger los numerosos ramos y depositarlos a los pies de la imagen de la Inmaculada Concepción.

Entre las novedades, cabe destacar que este año hay tardeo, con diversas actuaciones musicales, para animar las calles del municipio en el horario vespertino.

Asimismo, este ejercicio 2018 también pasará a la historia como el primero en el que las fiestas patronales de Vall d’Alba cuenten con una corte de honor infantil. Un total de 15 niñas se han sumado a la propuesta del equipo de gobierno de Marta Barrachina, que rompen así la sequía de representantes festeras.

Exhibiciones taurinas, actividades culturales y deportivas, así como las verbenas que por las noches hacen las delicias de los más jóvenes, completan la programación de las fiestas, que se prolongarán hasta el domingo.