La Conselleria de Medio Ambiente confirmó ayer la apertura de un expediente sancionador contra la empresa encargada de la tala de árboles en Puebla de Arenoso después de que un agente medioambiental detectara e inmovilizara gran cantidad de pinos sanos entre los fustes que la maderera acumulaba para su retirada. Algunos, incluso, podrían ser de parcelas no incluidas en la zona de aprovechamiento acotada.

Esa polémica tala, que cuenta con la oposición de numerosos vecinos y del Grupo de Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (Gecen), llegó hace poco hasta la Fiscalía, que admitió a trámite investigar una acción que, según los denunciantes, «está acabando con la biodiversidad de un área protegida, con el pretexto de limpiar los pinos muertos como consecuencia de un temporal».

Dudas iniciales

La sospecha sobre los incumplimientos de la empresa, con la que el Ayuntamiento había llegado a un acuerdo, la venían alertando los propietarios de terrenos afectados desde que iniciaron los trabajos en el enclave.

En aquel momento, tras la supervisión de la Conselleria, constataron y confirmaron que, aunque habían algunas faltas que debían corregirse, la tala era correcta, pues iba a facilitar la regeneración natural del entorno y frenaría la expansión de plagas y el riesgo de incendios que supone la gran cantidad de leña de pinos muertos que se acumula repartida en todo el término municipal.

Pero los últimos acontecimientos dan un vuelco a este proyecto. El acuerdo entre el consistorio y la maderera suponía realizar la tala a cambio de retirar la madera durante un periodo de tres años, sin coste para la localidad. Sin embargo, las últimas circunstancias, según confirmó el alcalde, Mateo Luna, han llevado a romper el trato con la compañía. Solo les queda retirar los fustes talados, salvo los inmovilizados, reparar la zona y abandonar el monte.

Un polvorín para el que ahora hay que buscar otra solución «urgente»

Lo que plantearon como una solución definitiva a un serio problema es un dolor de cabeza adicional para el alcalde de un municipio de poco más de 150 habitantes. Mateo Luna (representa a un partido independiente en forma de agrupación de electores local) tiene la responsabilidad de encontrar una solución «urgente» al polvorín forestal que rodea a Puebla de Arenoso y sus tres pedanías, pues la leña seguirá acumulada con riesgo para la población, como advierten algunos expertos.

El primer edil incide en que la Generalitat deja todo el peso sobre un consistorio sin recursos ni personal suficientes para acometer la supervisión de un proyecto de este tipo, que requiere de una gran inversión, a no ser que se haga como en el contrato que ha quedado suspendido.