Cita clave. La Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural ha convocado para el 3 de mayo una reunión del Consejo Consultivo, órgano contemplado en la Ley de Patrimonio Arbóreo aprobada en el año 2006, que solo se había reunido en una ocasión.

Se trata del primer paso que da el Consell bipartito para desarrollar una norma aprobada por el Partido Popular con el objetivo prioritario de proteger los olivos milenarios del norte de Castellón en una época en la que el expolio era especialmente grave. Los actores implicados en la conservación de estos árboles en zonas como el Maestrat celebran la medida del ejecutivo autonómico, ya que la parálisis en la que se encontraba el sector era una de sus críticas.

“Si existe una ley, tiene que estar en marcha”, apunta a Mediterráneo el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, quien cree que estos avances podrían “ayudar a consolidar el trabajo que varios actores hemos hecho durante años”, en el sentido de combatir las ventas ilegales de ejemplares centenarios, que han descendido no solo debido a la tímida aplicación de la norma como a factores externos como la crisis. El dirigente cree que la Generalitat “tiene bastante clara la idea de que hay margen para seguir trabajando”.

PROTECCIÓN Y TURISMO // Pese a que las fuentes de la Conselleria consultadas por este diario apuntan que todavía no hay orden del día para este encuentro, el portavoz de la asociación que representa a los labradores tiene claro que hay dos líneas de trabajo prioritarias. La primera es “decidir qué árboles hay que proteger”. En este sentido, el texto del 2006 contempla dos tipos de protección --árbol monumental y singular-- que podrían servir para establecer protecciones más fuertes y más laxas. Hasta ahora, tanto la Taula del Sénia como la cooperativa Clot d’en Simó --que agrupa a varios municipios del norte de Castellón-- han realizado sus censos de olivos considerando como milenarios aquellos árboles que tenían una circunferencia mínima de 3,5 metros a una altura de 1,30 metros.

La segunda línea de trabajo es la puesta en común de los intereses de los propietarios y otros sectores implicados como el turismo rural. “Habría que apoyar a la gente a la que se condiciona con la ley”, dice Mampel, y apunta como posibilidad las ayudas a la producción de aceite de olivos monumentales. “Esto es complementario a la creación de propuestas que pongan en valor el territorio y sus productos”, sentencia.

JORNADA // Solo siete días después de esta reunión de trabajo, en la que participarán también técnicos autonómicos de Cultura, las diputaciones y los agentes implicados, el Consell organiza una jornada sobre árboles monumentales valencianos coincidiendo con los diez años de la ley.

A la espera de estos movimientos oficiales, sobre el terreno los defensores de los olivos siguen trabajando en los censos, y recientemente se ha iniciado el recuento en Sant Mateu. H