Hubo un tiempo en el que el día de los disfraces parecía condenado a desaparecer del programa de las fiestas patronales de Sant Bartomeu de Nules por la escasa participación --a pesar de ser uno de los actos más populares-- pero hace algunos años cambió la tendencia y las peñas volvieron a convertir esta cita en uno de los actos más multidudinarios.

Una de las motivaciones principales --aunque más bien podría considerarse la excusa perfecta--

fue establecer un regalo para los participantes y un premio para los mejores, y hasta el día de hoy, el ingenio y la originalidad se desatan a cambio de un queso, embutido o un jamón.

COLABORACIÓN EXTERNA / El caso es que este año, esta parte del concurso de disfraces presentaba novedad: la colaboración externa para financiar actos del programa de fiestas, de manera que no se vieran afectados por los recortes anunciados por las limitaciones presupuestarias. La Cooperativa Agrícola San José y el Ayuntamiento, firmaron un convenio en los días previos a la semana de fiestas, en virtud del cual la primera entidad aportaría los alimentos con los que reconocer gastronómicamente la implicación de las peñas participantes.

Entre los atuendos escogidos hubo de todo, pero sobre todo mucha artesanía, muchas horas de trabajo y grandes dosis de originalidad para plasmar mordaces críticas locales o divertidas escenificaciones. El resultado de concurso se dio de madrugada.