Décadas después de plantear la necesidad de reformar su antigua sede --ubicada en la antigua N-340, frente al parque de bomberos--, Cruz Roja Nules está más cerca de dar por cumplido aquel objetivo, pues las obras de la primera fase ya están finalizadas y solo resta la concesión de la licencia de actividad para que puedan empezar a darle uso, algo que sucederá «en las próximas semanas», según confirmó ayer el presidente de la asamblea local y vicepresidente de la provincial, Vicente Nebot.

Han sido varios meses de mucho trabajo «de negociación y supervisión de la empresa constructora», pero la planta baja de la nave está preparada para ser ocupada. Con una zona de recepción y una aula, el espacio que primero entrará en funcionamiento es el reservado para el reparto de alimentos, una acción prioritaria.

Con un presupuesto superior a los 300.000 euros, con este proyecto Cruz Roja Nules se asegura su autosuficiencia, pues concretaron un plan de amortización que no les hará depender de la voluntad de las administraciones de darles o no soporte. Así lo explicó Nebot in situ, en una primera visita en la que participaron el alcalde y varios ediles del equipo de gobierno, el jefe de la Policía Local, la presidenta de Caixa Rural Nules y el director general de la entidad.