En junio del 2015, con tan solo 24 años y tras ser el partido menos votado en las elecciones --solo logró un edil con Coalición de Centro Democrático (CCD)--, David García se convirtió por sorpresa en el nuevo alcalde de Nules, con el respaldo del PSPV, Més Nules e IPN. Ahora, en plena segunda legislatura al frente del Ayuntamiento como la fuerza más respaldada --esta vez bajo la plataforma Centrats en Nules (CeN), que integra a CCD e Independientes Populares de Nules (IPN)-- ya cuenta con experiencia en ostentar la vara de mando, pero tiene muchos frentes abiertos. La aprobación de los presupuestos, los efectos del temporal en las playas o la defensa de la citricultura son algunos de los temas que repasa con Loles García para La Panderola, de Medi TV.

--¿Cómo afronta este nuevo mandato? Ahora no ha sido posible reeditar un pacto.

-En la anterior legislatura teníamos un gobierno estable, aunque durante los cuatro años tuvimos que trabajar mucho con diálogos e intentar tener fuerzas de equilibrio para que el pacto pudiera salir bien. Ahora las circunstancias han sido diferentes. Queríamos un gobierno de concentración, de coalición, donde cualquier fuerza pudiera optar a la gobernabilidad y seguimos pensando que es posible. Estamos abiertos a que cualquier grupo pueda sumar, bien en el equipo de gobierno, o bien para construir desde la oposición. El 90% de los puntos que hemos presentado en el pleno se han aprobado. Parece que haya una sensación de bloqueo que no es tal, porque la mayoría de cuestiones han salido adelante.

--Pero normalmente los presupuestos se aprueban antes de cerrar el año. ¿Qué pasará?

-El Ayuntamiento tiene presupuestos nuevos, que son los prorrogados del 2019, pero empezamos de cero. Se puede funcionar con normalidad. Evidentemente en capítulo de inversiones sí que no puedes hacer gestiones nuevas si no tienes unas cuentas nuevas o una modificación presupuestaria que lo habilite. En diciembre presentamos un borrador a los grupos de la oposición y ahora hemos hecho otras reuniones con ellos para recibir propuestas y ratificarlos de la forma más consensuada posible. Estoy convencido de que será pronto. Pero hasta marzo no, porque hay que pagar a los proveedores. Cuando sepamos cuánto es el remanente positivo de tesorería, trabajaremos en cerrar las cuentas.

--Su defensa por la agricultura local siempre ha sido una de sus principales señas de identidad.

--Si vemos la plaza Mayor, seguimos teniendo mensajes como Defensem el camp per la dignitat dels llauradors. El labrador valenciano exige a Europa el respeto a su trabajo que merece. Si os fijáis, en todas las fachadas de edificios públicos la bandera europea está bajada. Eso se hizo en una de las manifestaciones por la citricultura. Los agricultores me pidieron que, por repulsa a las políticas europeas que están yendo contra la dignidad del labrador valenciano, mientras no cambien y se hagan esos tratados europeos en países de África del Sur o América, mantengamos la bandera bajada. Y es un firme compromiso que adquirí con todos ellos.

--¿Continuará en esa línea?

--Seguimos en esa línea, de hecho. Formamos parte de la plataforma por la dignidad del labrador, estamos trabajando en campañas en positivo. La protesta es necesaria y está bien, pero también tenemos que hacer lo que podamos dentro de nuestro ámbito, donde estamos muchos ayuntamientos, organizaciones agrarias y cooperativas. Hemos hecho reuniones en Madrid, en Bruselas, con la Generalitat y les hemos trasladado el tema pero vemos que unos años después no se ha hecho nada por la citricultura valenciana. Ahora estamos dando un paso más allá y constituimos una asociación por la diferenciación de la clemenules, ya que pretendemos conseguir esa marca de calidad que te asegura esa indicación geográfica protegida o esa denominación de origen, que lo que busca es salvaguardar los derechos del consumidor.

--¿Cómo fue por Fitur?

--Galardonaron a Mascarell con un premio desde la red de pueblos mágicos de España. Lo pusimos en las redes sociales y me sorprendió, pero en negativo. Me da pena que muchos vecinos de nuestro municipio dijeran que qué tiene Nules para merecernos esto. No somos capaces de valorar todo lo que tenemos aquí y si no nos lo creemos nosotros, en lo patrimonial, en la clemenules, nos pasa que nadie nos tiene en cuenta fuera. Queremos resaltar ese orgullo nulero y poner en valor nuestras cosas.

--¿Cómo ha dejado la borrasca ‘Gloria’ la costa de Nules?

--Las playas han desaparecido. Están destrozadas, el mar se ha llevado todo el mobiliario urbano que tenemos: pasarelas, duchas, cambiadores... Se ha llevado cosas que nunca había arrastrado aunque tuviéramos temporales. También ha entrado en viviendas. Ahora estamos en fase de limpieza y de volver a la normalidad.

--Siempre han reclamado que la situación de Nules es por culpa del puerto de Burriana.

--Lo hemos reclamado, pero el ministerio no nos dice nada desde hace un siglo. El puerto de Burriana hace muchas décadas que se construyó. Nosotros iniciamos en el 2018 un procedimiento de reclamación patrimonial. Teníamos claro que el mal se debía al puerto de Burriana, pero no teníamos un informe que lo constatar y diera esa fuerza. Hablamos con el catedrático José Serra, de la Politècnica de València, que es la persona que más entiende de costa valenciana, y nos hizo un documento donde la conclusión es clara: la causa de la regresión de la playa de Nules durante tantas décadas ha sido la construcción de esa insfraestructura, las ampliaciones correspondientes y, por supuesto, la no protección de la playa. Hacer un puerto no es malo, pero si no se hace con protecciones, pasa lo que pasa.

-¿Cuáles son sus retos para los próximos cuatro años?

--Lo que la gente más valora y quiere es un pueblo limpio. Es un tema que debemos trabajar mucho, porque con la concesionaria Fobesa estamos muy disgustados, ya que no cumplen el contrato como tal. Queremos que todos los edificios municipales y vías públicas sean accesibles para cualquier persona que tenga discapacidad física. También nos gustaría conseguir, por ejemplo, la figura de calidad para la clemenules y lograr proteger y poner en valor las viviendas de primera línea de costa. Y la ampliación del barranco del Torrent hacia el mar nos salvaría de muchas inundaciones que padecemos. H