La demolición de una vivienda en la calle Socorro, en pleno centro de Vinaròs, dejó al descubierto lo que, según todos los indicios, es parte del foso de la antigua muralla de la localidad. El edil de Ordenación de Territorio, Jan Valls, explica que «se trata de un terreno privado, una ejecución subsidiaria que hizo el consistorio después de casi tres años de expediente para que el propietario realizara el derribo, ya que la finca estaba declarada en ruina».

Fue tras iniciar los trabajos, según Valls, cuando tuvieron noticias de que allí podría estar parte del trazado del muro. «Por ello, desde el Ayuntamiento, por parte de la asistencia técnica, se contrató un servicio de vigilancia arqueológica de esta actuación para que se ejecutara con la máxima cautela por si se hallaba algún tipo de elemento patrimonial de interés, al tratarse de un bien de interés Cultural (BIC)», concreta el concejal del área.

patrimonio // Las tareas de derribo se realizaron, señala Valls, «con el máximo cuidado, así como la recogida de residuos, y han aparecido diversos elementos, como arcos de sustentación de las casas perimetrales, lo que refleja que hay estructuras antiguas, posiblemente patrimoniales, que van a quedar inventariadas y perfectamente documentadas». Valls indica que «también se localizaron unos restos que, al ser unas obras muy parciales, hacen muy difícil discernir si se trata de parte de una torre o de este fortificación». Desde el consistorio están a la espera de recibir el documento final por parte del servicio arqueológico contratado y los técnicos de la Diputación de Castellón para que realicen las hipótesis adecuadas respecto a todo el material encontrado.

«Estamos ante una finca situada en el foso del antiguo murallón, lo que es evidente por la gran altura donde estaba el sótano, pero hay que esperar al informe para poder decir con certeza lo que se ha hallado», concluye el responsable municipal.