Vinaròs abrió ayer parcialmente al público la remodelada plaza de Sant Francesc, justo el día en que se cumplían 15 años de la polémica demolición del convento. A primera hora de la mañana comparecieron en el propio enclave el secretario general del PSPV Vinaròs, Jordi Romeu; y el portavoz del partido y concejal de Obras y Servicios, Guillem Alsina, para recordar lo sucedido en el 2001 y detallar las actuaciones realizadas en el nuevo ágora.

Alsina explicó que, tras los informes de la empresa de jardinería y de Cocemfe insistiendo en que había cosas por subsanar en esta obra, realizaron “las correspondientes quejas a Patrimonio y a la mercantil adjudicataria”, y procedieron “a subsanarlo”. Las actuaciones realizadas han consistido en el lijado de los tablones de madera en la entrada, desde la calle Sant Francesc al claustro, el relleno con tierra de las separaciones para evitar riesgos, el cambio de tres palmeras por moreras y la delimitación de la zona que permanecerá aún cerrada al público, ya que el césped no estará listo hasta el verano. “Pedimos ahora a los ciudadanos que respeten el entorno, sobre todo la parte que está vallada, y también que lo disfruten”, indicó Alsina.

Por su parte, Romeu recordó que el convento, de propiedad municipal, estaba en el año 2001 prácticamente en ruina, “aunque como otros edificios del país, con una inversión, como se hizo en Benicarló, podría haberse reconstruido”. Pero en aquel momento “se ordenó su demolición, se denunció, se paralizó por orden judicial y quedaron estos restos que vemos hoy en día”. El anterior gobierno del PP realizó este proyecto para la plaza que el PSPV calificó como “empastre”. H