Si las fallas cobrasen vida, sin duda la Cabalgata del Ninot sería la réplica personificada más aproximada. Con una puesta en escena llena de color, humor, crítica, sorna, creatividad y trabajo conjunto, las trece agrupaciones josefinas de Benicarló salieron ayer a la calle llevando por bandera la esencia y significado de los tradicionales monumentos.

Al son de los ritmos más bailables, la animada comparsa recorrió el espacio comprendido entre las vías Francisco Pizarro y Pío XII y las avenidas Yecla y Méndez Núñez que, a modo de sambódromo, congregó a un público expectante por descubrir las temáticas con las que los colectivos, echando mano de originales disfraces, defendieron ante el público los lemas de sus propuestas.

Así, si hubo una agrupación dispuesta a dar juego, esa fue la falla L’Embut, que inspirándose en el mundo del casino y, mientras los jokers conquistaban al respetable con su coreografía, en su carroza podría verse una parodia de los presidentes de las fallas jugándose la subvención a las cartas. No faltaron tampoco los viajes en el tiempo de la mano de Nou Barri, que evocaron la época de los romanos, ni los desfiles militares a cargo de Els Conquistaors. Por su parte, los componentes de La Barraca optaron por el disfraz de caracol y fueron los últimos en incorporarse al espectáculo, pero no se quedaron atrás a la hora de seguir el paso y el compás de la alegre comitiva.

Así, en un auténtico derroche de ingenio y sátira, El Campanar, El Grill, La Paperina, Mercat Vell, El Caduf, Els Cremats, Els Conquistaors, Amics del Foc, Benicarló, Nou Barri, Carrasca, L’Embut y Nou Barri, por este orden, fueron desfilando y dejando a su paso un rastro de sonrisas y jolgorio entre el público.

Para la jornada de hoy está prevista la entrega del premio a los ninots indultats y de las recompensas falleras. Será el próximo jueves cuando el jurado valore, decida y reconozca los mejores monumentos del 2019.