Después de impulsar tres obras estratégicas para modernizar las carreteras de la Tinença de Benifassà, la Diputación de Castellón puso ayer el broche a esta proyecto, que ha supuesto una inversión total de 6,5 millones de euros, con la visita de Javier Moliner, presidente del gobierno provincial, a la CV-105 de la Sénia a Torremiró (Morella) por Castell de Cabres. «Hemos realizado un esfuerzo de mejora de las comunicaciones para que los 42 kilómetros que conectan la Tinença, desde la parte del litoral hasta Torremiró, puedan estar en condiciones para albergar a quienes aquí viven y a quienes vienen a visitarlos», destacó el dirigente.

Además de las reformas en la citada CV-105, que contó con una dotación de 4,6 millones desde el 2011, la institución ha auspiciado también los trabajos en la CV-107, de acceso a la Pobla de Benifassà, con una inversión de 768.886 euros, y la CV-109, del Boixar a Coratxà, con una inyección específica de 981.168 euros.

MÁS SEGURIDAD // Las obras realizadas, según detallan desde la Diputación, han consistido en una remodelación «considerable» de la seguridad vial en todos los tramos intervenidos, con una modernización, ensanchamiento y pavimentación de la calzada, además de la eliminación de tramos más peligrosos, que ha dado como resultado una renovación integral de estas tres carreteras.

Este paquete de proyectos se integra dentro del programa estratégico #Repoblem, una apuesta de la institución en su compromiso por combatir el éxodo rural y revitalizar los municipios del interior. «Si hay una zona en la provincia históricamente afectada por la despoblación esa es la Tinença de Benifassà, y aquí se ve mejor que en cualquier otro sitio cómo la presencia de población garantiza la preservación del patrimonio y del paisaje en un enclave único en Castellón», resaltó Moliner durante su visita.