El presidente de la Diputación, Javier Moliner, ha salido por segunda vez durante este mes de mayo al rescate de un consorcio de basuras para garantizar que puedan seguir manteniendo el servicio que prestan a sus vecinos. Después de transferir por vía de urgencia tres millones de euros al ente que gestiona los residuos del norte de la provincia, esta semana ha aprobado otros 3,6 millones para el de la zona sur.

Moliner ha adoptado esta decisión extraordinaria al negarse los bancos a financiar al organismo, presidido por el PSOE, «lo que le incapacitaba para garantizar en los próximos meses las prestaciones que actualmente reciben los vecinos de las 56 ciudades que lo integran», indicaron ayer fuentes del Gobierno provincial.

Como en el caso del norte, la representación de la Diputación en esta entidad del sur es casi testimonial, con apenas un 10%, «pero ha tenido que volver a ser la institución que salga a salvar no solo a los municipios del sur de Castellón, sino también a los del norte de Valencia», remarcaron. Y matizaron que 35 de las 56 poblaciones que la integran son castellonenses, mientras que las otras 21 son valencianas. De hecho, la planta de tratamiento está en el término ya valenciano de Algimia de Alfara y está presidida por Francisco Salt, que es edil socialista de dicha localidad.

«Cuando los vecinos se encuentran ante un grave problema, no entiendo de competencias, ni de porcentajes de participación, solo entiendo que, si puedo ayudar a resolver una dificultad que puede afectar a los vecinos de esta provincia, lo hago», indicó ayer Moliner. «El diputado Mario García me trasladó la petición urgente del presidente del consorcio y ya hemos transferido los 3,6 millones de euros para que mantengan la prestación», añadió.