Los preparativos de las Cruces de Mayo comienzan a invadir las calles de Burriana. Aproximadamente la mitad de las comisiones falleras cortarán los viales y cruces para instalar sobre la vía pública los jardines que ensalzarán los monumentos tanto mayores como infantiles. De hecho, algunas de ellas ya llevaron a cabo estos cierres el pasado martes.

Se trata de unas molestias para la circulación de vehículos por unos días, pero que tendrán su recompensa con los llamativos jardines que se ultimarán la noche del viernes al sábado. Los más grandes y, a priori, espectaculares, se prevé que sean aquellos en los que ya pueden apreciarse los elementos constructivos.

LOS AFECTADOS

Se trata, por ejemplo, de la Placeta les Monges o l’Escorredor, pero también se impedirá transitar por la avenida Juan Bosco, el Camí d’Onda, el Camí València, la calle Federico García Lorca, Assumpta González, Enrique Tierno Galván, Bon Succés y la Plaça Sant Blai.

El resto de comisiones no precisará dar este paso, bien porque como es el caso de La Vila o Centre Espanya alzarán sus creaciones en zonas reservadas a los viandantes o porque pueden instalarlas de manera que no interrumpan al 100% el tráfico.

Estos días el trabajo es intenso en la calle y en los casals. En el exterior, porque para construir las balsas de agua hay que cumplir unos plazos mínimos para que se seque el cemento y la pintura antes de llenarlas de agua. En el interior de las sedes sociales, porque la decoración que hay que ubicar en el jardín se debe construir antes de manera artesanal. Y de todas, es en las cruces infantiles donde más trabajo se lleva a cabo para conseguir temáticas generalmente de personajes de dibujos animados que ayudarán al visitante a dirigir su mirada hacia el monumento.

Por otra parte, la elaboración de la cruz también es un trabajo arduo. Y es que al diseño, más o menos elaborado, le sigue la construcción de un armazón de hierro que después habrá que forrar con poliespan. El lijado para darle la forma definitiva será el siguiente paso y, después, una mano de pintura con los colores finales. Esta tiene un doble objetivo. Por una parte, guiar luego a la hora de poner los claveles. Por otra, tapar cualquier pequeño hueco que pueda dejar la flor.

Su colocación es la parte más delicada y lo última que hace. Y es que no podrán beber agua desde el momento que se separen del tallo y se pinchen sobre un alambre para clavarlas. Por todo ello es por lo que se dejan para la jornada final y aun así, se marchitarán seguramente antes de que llegue el momento de recogerlas, el próximo domingo, a partir de las 20.00 horas. La temperatura ambiental que haya estos días marcará el estado en el que estarán el fin de semana.