Diversas compañías del sector de las telecomunicaciones han mostrado interés en los últimos meses para hacer posible la llegada de la fibra óptica a Peñíscola. A diferencia de las redes de telefonía móvil de alta capacidad, que llegaron hace más de dos años al municipio, las conexiones de internet terrestres se siguen soportando a través del cableado convencional de cobre, lo que limita la velocidad y las prestaciones para los usuarios a los servicios de ADSL.

Desde el área de Urbanismo han señalado que son tres las empresas que han manifestado su intención de cablear el casco urbano. Dos de ellas forman parte de grandes corporaciones a nivel estatal (Telefónica y Orange), mientras que la otra (Novatel) tiene su área de influencia en la zona norte de la provincia.

El edil de este departamento, Romualdo Forner, explica que «han comenzado las negociaciones con estos operadores, para coordinar sus propuestas con el cumplimiento de las ordenanzas locales». Antes de comercializar los nuevos servicios, deben solicitar la correspondiente licencia de obras para ocupar el subsuelo, ya que la normativa local impide el cableado aéreo. Además, el Ayuntamiento pretende que los trabajos se realicen haciendo uso de las aceras, ya que la mayor parte de calles del casco urbano se han reasfaltado recientemente. También pretenden que exista una coordinación para evitar las molestias de realizar por triplicado actuaciones parecidas.

zonas afectadas // Según las fuentes municipales, la fibra llegaría a la zona norte, el núcleo suburbano, el barrio de Llandells, el casco antiguo y parte de urbanizaciones como Las Atalayas.

La empresa que tendría mayores facilidades para desplegar el nuevo sistema sería Telefónica, ya que en buena parte de zonas de la localidad no deberá ejecutar obras nuevas y solo tendría que pasar cableado por donde discurren sus actuales redes.