No siempre las cosas salen bien y menos cuando se manejan animales y así hay que reconocerlo. La quinta Entrada de Toros y Caballos de Segorbe fue poco menos que un desastre. Entrada estirada, con astados mal distribuidos y escaso control, a pesar de que la gente llenaba por completo el recorrido del encierro, en mayor número a los de las jornadas anteriores, coincidiendo con la llegada del último fin de semana de estas celebraciones.

El jinete Juan A. Calpe Cazorla, un experto en estos festejos taurinos, explicó que «los toros han salido en fila india, muy estirados, con un morlaco que se ha ido hacia delante y aunque los compañeros lo han podido controlar, se han abierto huecos entre los primeros y los últimos, pero lo importante es que todas las reses tenían caballistas acompañándolas y eso es lo que importa». Será esta la penúltima entrada de Calpe con su caballo, Flecha, que, tras esta edición, se dedicará a otras tareas no tan estresantes.

Uno de los jinetes llegó a penetrar con los astados en la plaza pero pudo salir sin sufrir ningún percance, circunstancia que se extendió también al desarrollo general de la Entrada. Una cita que presenció este viernes, entre otras autoridades, la consellera de Sanidad, Carmen Montón, y una amplia delegación de representantes del PSPV provincial.

Por lo que se refiere al XXXIII Concurso de Ganaderías Ciudad de Segorbe, que es el decano de los celebrados en la Comunitat Valenciana, ayer le tocó el turno al hierro de La Paloma de Jalón (Alicante), después de una brillante jornada anterior de los animales de Alberto Granchel de Quatretonda (Valencia).