Atzeneta celebró ayer la Fira de la Puríssima, un evento con 482 años de historia, razón principal por la que el Ayuntamiento pretende lograr la declaración de interés turístico autonómico, reforzada por su antigüedad y por su capacidad para aunar artesanía, ganadería y gastronomía.

Con la presencia en la inauguración del presidente de la Diputación, José Martí, y el diputado Abel Ibáñez, que acompañaron al alcalde del municipio, Santiago Agustina, rememoraron el momento en el que el rey Carlos I concedió el privilegio para realizar esta muestra, que antaño, con una duración de ocho días, comenzaba el día de San Andrés, aunque con el paso del tiempo se ha trasladado al 8 de diciembre.

PATRIMONIO CULTURAL / Entre los actos que se realizaron, cabe reseñar la interpretación de la Despertà i rosari de l’Aurora, a cargo de la asociación de Auroros Virgen del Rosario de la localidad, complemento cultural y parte del patrimonio local, que amenizó la exposición de objetos antiguos, así como talleres y actividades infantiles. Con el eje central del mercado, en su parte gastronómica tuvo especial interés la degustación de tombet que patrocinó la asociación Corder del Maestrat, como preámbulo a la inauguración oficial del evento por parte de las autoridades asistentes.

De todos los espacios visitables, adquiere protagonismo todas las ediciones la exposición de ganadería y la demostración de artesanía, que contaron con la animación de la rondalla El Soroll del Maestrat. La parte más tradicional de la fira se completa con la más comercial, donde se pueden encontrar desde ropa a juguetes y otros productos. La clausura oficial fue a las 20.00 horas.

José Martí destacó «la pervivencia de la cultura, economía y gastronomía de las comarcas castellonenses» en estos eventos.