La empresa promotora del proyecto urbanístico del Golf Sant Gregori está a punto de abandonar el concurso de acreedores. De esta forma, recuperará la condición de agente urbanizador. Es una posibilidad que ya contemplan tanto los responsables políticos del Ayuntamiento de Burriana como los integrantes de la asociación de propietarios de terrenos afectados por este PAI.

Las dos partes se reunieron ayer para intercambiar opiniones sobre los pasos que vienen dando los inversores y el futuro próximo del programa, que pasa por firmar un convenio con el consistorio para que, tras aumentar las garantías, recupere la condición de urbanizador y se encarrile la actuación a desarrollar.

A lo largo de los últimos meses, de manera paralela a la negociación de la deuda con los acreedores, la compañía ha trabajado también en otras cuestiones de gran interés para el plan, como la autorización ambiental para la regeneración de la costa. Un hecho que muestra no solo el interés, sino la intención de perder el mínimo tiempo para que entren las máquinas en Sant Gregori.

APOYO // La alcaldesa, Maria Josep Safont, junto con el edil de Urbanismo, Bruno Arnandis, trasladó a la junta de la asociación de propietarios que la intención del Ayuntamiento es la de «apoyar al inversor», ya que ven que es «la solución» para el PAI, apuntan fuentes del colectivo, quienes añaden que lo que les transmitió el consistorio corresponde con lo que el mismo lunes les había dicho «el inversor». «El proceso lleva su tiempo, pero muy pronto se verán los resultados», detallan.

Es por este motivo por el que, según apuntan desde la junta, están «de acuerdo con el trabajo que se viene haciendo y también con los pasos que está dando el equipo de gobierno», indican.

Del mismo modo, desde el colectivo de propietarios dicen estar a favor de Golf Sant Gregori, pues ven «con buenos ojos los informes que se han solicitado y que dan pie a la posibilidad de devolver la condición de agente urbanizador». «Se están tomando las decisiones correctas, observamos que el inversor se gasta dinero para avanzar el proyecto y que va en serio», puntualizan.

historia // El proyecto abarca 2,5 millones de metros cuadrados y se registró en el Ayuntamiento de Burriana en el 2000, pero tardó 11 años en cubrir la tramitación burocrática hasta que finalment, pudo inscribirse la reparcelación en el registro. Justo en ese momento, cuando podían comenzar las obras, la crisis económica hizo inviable el desarrollo. Por ello, la promotora entró en concurso voluntario de acreedores en diciembre del 2014.

Ahora, un promotor ultima la negociación de la deuda con entidades bancarias para salir de la situación e iniciar la urbanización, algo que podría llegar a lo largo del próximo 2018.