El juez del caso Acuamed en la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha citado como imputada por un delito de prevaricación a Gracia Ballesteros, una de las denunciantes de esta causa de corrupción en la que investigan contrataciones millonarias de obras hidráulicas. Según adelantó ayer el periódico El País, la exgerente territorial de esta empresa pública en la Comunitat está citada el próximo 20 de mayo en calidad de investigada porque sospechan que maniobró en la licitación de unas obras en la balsa de regulación en el río Belcaire, en el término de la Vall d’Uixó. La Fiscalía Anticorrupción es quien ha formulado la acusación.

El titular del juzgado central 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, investiga desde enero del 2016 un supuesto fraude en el que se podrían haber desviado más de 20 millones de euros por parte de la empresa pública Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.

«irregularidades» // En concreto, indagan seis contratos en diversos puntos de la cuenca mediterránea concedidos por Acuamed a FCC y Acciona, en los que los empresarios supuestamente «presionaban» a los directivos de la empresa pública «para que incidieran sobre sus subordinados en la continua realización de falsedades e irregularidades».

Ballesteros fue, junto a Francisco Valiente y Azahara Peralta, una de las tres personas que denunciaron prácticas presuntamente irregulares en el seno de Acuamed. La ahora citada a declarar como investigada fue despedida en el año 2015, supuestamente, por negarse a participar en los presuntos amaños.

proyecto // Las obras de la balsa del río Belcaire arrancaron en el 2006, con un presupuesto de 17,5 millones de euros. Pero no fue hasta nueve años después, en el 2015, cuando pusieron en marcha el llenado de la infraestructura, tras unas actuaciones para la implantación del plan de emergencia y mantenimiento de la balsa. El retraso burocrático en la inauguración de la instalación fue notable, ya que las obras tenían un plazo de ejecución de 17 meses, pues el Ministerio de Medio Ambiente de la época las consideró «prioritarias y urgentes». El objetivo de la iniciativa fue aprovechar unos dos hectómetros cúbicos de agua al año por la derivación y regulación de caudales del río Belcaire y su recarga en los acuíferos de la zona de la Vall d’Uixó, Moncofa y Almenara.

citricultura // Esta infraestructura hidráulica permite el riego a cerca de 4.000 agricultores, que se dedican en su mayoría al cultivo de naranjos. A pesar de su puesta en funcionamiento no fue hasta hace dos años cuando la Confederación Hidrográfica del Júcar autorizó el llenado total de la balsa, ya que hasta entonces se había recogido por cotas el agua sobrante.