Desde hace más de dos décadas, la llegada de la Navidad a Benicarló trae aparejada la representación de L’Estel del Collet, Nadal a Benicarló, una obra convertida ya en tradición sin dejar de lado la renovación constante y que cosecha, año tras año, un gran éxito de asistencia.

Con motivo del 22 aniversario, los organizadores incorporaron la tecnología a la función y, al contrario de lo que sucede habitualmente en los espectáculos teatrales, los teléfonos móviles tuvieron presencia tanto sobre las tablas como en la platea.

De hecho, Alexa, el popular asistente virtual, tuvo su propio papel en la representación e interactuó con el resto de actores y actrices. Pero esta no fue la única incorporación que ayudó a implantar las nuevas tecnologías a la escenificación ya que, por ejemplo, las narradoras utilizaron una aplicación de móvil para guiar sus pasos. Hasta Sant Antoni, en su intervención, leyó las loas directamente de su smartphone. Y, aunque en un soporte más moderno que en ediciones anteriores, las composiciones en verso del patrón de los animales derrocharon, una vez más, ironía y crítica cáustica con grandes dosis de humor y guiños a la actualidad local, a los que el respetable respondió con risas y aplausos.

Tampoco faltó la sorpresa final que llegó con la Asociación Fenòmens, encargada de poner el broche de oro a la representación con un mensaje potente e inclusivo. Con ellos, más de trescientas personas participaron en este evento que, pese a representarse desde hace años, sigue emocionando y sorprendiendo al público como la primera vez.

Y todo esto sucedió sin perder la esencia de la historia de Jaume Rolíndez y que sitúa el nacimiento del niño Jesús en una humilde sénia de la partida El Collet de la localidad. El público acompañó a Maria y Josep en su búsqueda de un lugar donde pasar la fría noche de diciembre hasta que Pau les da cobijo en su hogar, actuación que se ve premiada.