El exceso de volumetría que presenta una parte de la urbanización Peñíscola Playa, originado hace casi tres décadas, quedará reducido a escombros dentro de unas semanas. Tras una larga lucha legal entre las diferentes partes en conflicto, el Ayuntamiento de Peñíscola ha iniciado los trámites para contratar la obra de demolición. El concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, señala que esta medida se da «siguiendo las instrucciones del juzgado, que establece los pasos a seguir».

Agotados todos los recursos posibles, el juez determinó que había un exceso de obra y que este debía suprimirse. En principio, debían ser los propietarios los encargados de proceder al derribo, pero ante su falta de actuación, el proceso le corresponde al Ayuntamiento de forma subsidiaria para garantizar la ejecución. Para ello, se habilitó una partida de 40.000 euros, que deberá reclamar a los propietarios. Forner afirma que este asunto «es muy delicado, ya que hay familias cuyos ingresos dependen de unos negocios que ahora desaparecen». H